Te ataré
con cadenas
en mi pensamiento
Te taparé los ojos
dañándolos
Te azotaré el corazón
que se ausenta
cuando quiere
Te colocaré de espaldas
en una cueva
lúgubre
Miraré tus sollozos
tus clamores
Palparé tu sangre
burbujeante
Lloraré por ti
sin hacer nada
pasiva
Devoraré tu vida
sin pensarlo
sin querer
Y sólo
tan sólo
entonces
te pondrás en su lugar
domingo, 29 de noviembre de 2009
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Éste me encanta, es crudo y esclarecedor.
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